Yo también quiero una virgen...
No soy católico, tampoco soy protestante, y jamás se me ha ocurrido comenzar a concursar en alguna iglesia cristiana, ni judía, ni musulmana. Para mí las conocidas religiones abrahamicas de origen monoteístas, son elucubraciones muy signadas por el estricto rigor del dogma teleológico, es decir conciben campos materiales y espirituales, cuerpo y alma, cuando tal vez ninguno exista, (ni el cuerpo ni el alma) o más bien existen, pero bajo una denominación más biológica que es la de vivir…
Mi fe, no es la posibilidad de que el otro pueda depararme un mejor vivir, mi fe, no es la de orar para esperar y-o buscar algún punto de felicidad, éxtasis, o estado onírico, mi fe tampoco es, la de sentarme a programar mejores estados, de amplios saltos cualitativos, y cuantitativos, tampoco es mi fe, la creencia en la ciencia y sus discursos- mi fe, sencillamente es lo que pueda obrar con mi inteligencia y la de los otros, con mis manos y la de otros, porque más allá del vientre, también somos hijos de cada día, por tanto la fe, es el vivir y lo que el ritmo del vivir permita.
Entonces aunque no tenga un compromiso, con alguna escuela, doctrina ecuménica, de prácticas de fe, “yo también quiero una virgen”, y si es como la de Henri Falcón (El Gobernador) y Carlos Yépez (El Pariente): "Virgen de las Mercedes"- mucho mejor, Yo también quiero una virgen, que tenga el nombre que sea, “Caridad del Cobre”, “Virgen María”, “Manuela Sáenz”, “La Auxiliadora”, “La Tocuyana”, “La Quiboreña”, “La Rompe Piedra”, lo importante e inalterable es, que tenga su fecha fija en el calendario, es más pudiera pedir que si se le coloca una semana y no un día mucho mejor, porque ayudaríamos a crecer en la fe.
No me importa si mi virgen es desconocida, lo importante, es que yo conozca gente que este presta para hacerla conocer; fundaciones que puedan patrocinar uno que otro evento, entes gubernamentales que me puedan facilitar recursos económicos, para que yo valla de pueblo en pueblo con mi virgen, haciéndole creer a los nuevos feligreses que “esta nueva virgen”, hace milagros, cura el cáncer, la ceguera, y alivia el alma para la muerte. No me importa si mi virgen es olvidada después que cumpla su periodo en el calendario, lo más importante ha sido el excepcional trabajo cultural que he realizado en la semana de la nueva virgen en la que yo también creo.
Una semana de mi virgen es un año de vida para mi, por eso es que tengo tanta fe en ella, por una vela y un velorio, me da de comer y de vivir por todo un año, porque yo si entendí que el problema no es el mundo espiritual solamente, sino que mi querida y amada virgen, también por lo menos a mí, me ayuda en el delicado mundo material.
Al fin al cabo después que pase, la semana de mi virgen, otros volverán a sus tareas, seguirán creyendo y rezándole, yo seguramente, estaré virando hacia otros lugares, donde pueda inventar “un nuevo santo”, al que también le asignare su fecha en el calendario, y me permitirá con mi fe, entronarme en el absurdo ritual de lo que aun llaman cultura larense, que sigue concibiendo el mundo cultural, como un adorno, que se va produciendo bajo la "política del engaño" y la estafa al pueblo.
Un mundo cultural que aun cree y coloca la cultura en el campo de las inmaterialidades, cuando tal vez esa dimensión ni siquiera tenga valor existencial, y otro mundo que lo coloca en el campo de la materialidad, cuando esta otra dimensión existe cuando se asume una cosmovisión colonial, por tanto signados estamos en nuestras prácticas culturales, a reproducir la siguiente consigna: "Yo también quiero una virgen para vivir-, y la virgen puede ser santo, puede ser palabra, puede ser evento, puede ser sueños, puede ser concierto, puede ser libro, puede ser ciencia, puede ser discurso, puede ser historia, puede ser pio Tamayo, puede ser Roberto Montesinos, puede ser teatro, puede ser pintura, puede ser escultura, cronista, concejal, diputado, alcalde, gobernador, candidato y candidata, puede ser estafa, trampa, títulos, honores, pdvsa, alcaldía, gobernación, ministerio, maestro, ingeniero, doctor y sabio, proletario y burgués --
Pero seguramente jamás será una cultura para la libertad y la plenitud de la vida comunista y el reino de dios en la tierra.
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