martes, 7 de febrero de 2012

Vía Quíbor-El Tocuyo: Peligro en la carretera por hundimiento

Un problema que se veía venir desde hace tiempo se agravó durante las últimas semanas en la carretera Quíbor-El Tocuyo, en el mismo sitio donde se produjo años atrás.
En las inmediaciones de la salida hacia el caserío San José y de La Vigía, los conductores venían observando el hundimiento de la capa de rodamiento y la indiferencia de las autoridades encargadas de la vialidad, concretamene Invilara y el MTT.
 
Muchos conductores, sobre todo en horas de la noche, al ser sorprendidos por la hondonada llegaron a perder el control de sus vehículos, originándose accidentes y sustos.
 
Pero, a pesar de que cada día el desnivel era mayor en el puente, no se observaba alguna cuadrilla de esos organismos, mucho menos de la Alcaldía de Jiménez, indicando que se estaba enfocando la dificultad vial.
 
Quienes a diario utilizan tan importante arteria vial lograban evadir la cada vez más profunda hondonada, lo que no ocurría con los usuarios esporádicos.
 
Hace pocos días llegó una cuadrilla de obreros y quienes pasaban por el puente pensaron que, al fin, resolverían el problema, pero no ocurrió así pues lo único que hicieron fue colocar unos promontorios de tierra y unas pipas indicando la desviación de canal a quienes viajan en sentido El Tocuyo-Quíbor.
 
Conductores de las rutas que cubren el servicio de transporte colectivo entre las dos ciudades, así como a Cubiro, Sanare, Guarico, Humocaro y otras poblaciones del occidente del estado Lara, recuerdan que hace algunos años el problema se presentó en el mismo puente e hicieron igual que ahora: colocar unos toneles para desviar el tránsito automotor.
 
“Uff, eso duró años esos toneles ahí, para que los viajeros no cayeran en el hueco, y después de mucho tiempo fue que vinieron a taparlo. ¿Cuánto tendremos que esperar ahora para que lo arreglen”, se preguntó Camilo Timaure, un viajero que se detuvo brevemente en el sitio.
 
El problema se debe a mala compactación de la base del puente en el extremo sur, donde la tierra ha venido cediendo y por ende la capa asfáltica se hunde mientras no le hagan un trabajo completo, con la colocación de rocas que resistan el diario paso de vehículos pesados cargados con productos agropecuarios de la zona. Igualmente se requiere la debida canalización de la quebrada para que las aguas de lluvia, que cuando llueve fuerte en la montaña bajan con mucha fuerza al punto de arrastrar parte de las bases del puente, no lo destruyan.
 
Pero esa situación no sólo se presenta en el puente pues a poca distancia, hacia el sur, la carretera también presenta un hundimiento cada vez más profundo que ha hecho pasar sustos a unos cuantos conductores y pasajeros.
 
Timaure hizo un llamado a quienes dirigen a Invilara o al Ministerio de Transporte Terrestre en la región, para que, unidos o cada uno por su cuenta, se decidan a darle el mantenimiento debido a una carretera con tanto tránsito automotor como la que une a los municipios Morán, Andrés Eloy Blanco y parte de Jiménez y Portuguesa con Quíbor o Barquisimeto.
 
Porque además de la falla en ese puente, a todo lo largo existen numerosos huecos que la hacen peligrosa, más aún en horas de la noche cuando la visibilidad se reduce para todo conductor no permitiéndole ver esos obstáculos.

HJB

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