jueves, 9 de agosto de 2012

SEÑOR FUNCIONARIO....


http://www.biosstars-mx.com/blog/uploaded_images/burocrata-775995.jpgMe he visto en la necesidad de escribir estas líneas en vista de que es casi imposible hablar con usted  en términos más o menos  civiles.

 Entiendo su violencia, no es fácil tener la paciencia de un pelícano a la hora de pescar, cuando eres blanco  (o rojo) de ataques a su gestión.

Pues  permítame decirle que  tener una función pública o de servicio público,   genera una serie de consecuencias que pueden catalogarse como “inherentes al cargo”. Estas consecuencias las llamo: “ser blanco de la opinión pública”,  en otras palabras, la gente en alguna oportunidad  va a catalogar, evaluar o juzgar su desempeño  que para algunos puede ser buena, regular o mala.

Debo confesarle que he cumplido en más de una oportunidad esa función y he sentido el peso y la responsabilidad de dicho cargo. La gente en más de una oportunidad me ha dicho de frente cosas como: “lo haces mal” “estás equivocado”  “te falta autoridad” “abusaste de autoridad” entre otras. También me ha felicitado por  lo que hago, pero para decirle la verdad, me importa más las opiniones negativas, que las positivas.

¿Sabe el error mayor que puede cometer un funcionario público? Creer que lo hace bien, que es el mejor en su cargo y que todas las personas están contentas con nuestro trabajo, grave error !!! porque para decirle la verdad,  ese es el momento que más errores tenemos. Creerse lo máximo.

Debo decirle que nuestro  país no está exento de una  herencia española llamada burocracia. La burocracia es un modelo funesto de   servicio público, en el cual para poder  lograr un objetivo o fin, es necesario recorrer  varias oficinas  en espera de una firma o de un permiso. Pero también es burocracia o burócrata,  el funcionario que cree saberlo todo, el que se escuda en los procesos, en los artilugios legales, en la carta de recomendación, en las perversas palabras llamadas “Cargo” “Director” o “Coordinador” para justificar su ineptitud, su incapacidad o su falta de condición humana, léalo bien: Condición Humana.

De ahí permítamele decirle burócrata, y no se sienta mal por ello, esa es la esencia del cargo que usted desempeña, así se esconda en un trapo rojo, azul o blanco. Usted es un burócrata. El arte de la política, en este sistema socio improductivo, lo define a usted así, aunque a usted no le guste. Usted es producto y reproductor inconsciente de la burocracia.   Le aseguro que usted se ha cogido algún churupito sobrante, que lo justifica por las  horas extras que trabajó un día, o por los días de sol que llevó o ha llevado en las campañas electorales. Seguro que usted ha hecho       algún trueque, intercambio, o negociación que conllevó  una ganancia a su favor, me imagino que ya su conciencia está sana de remordimiento que sentía los primeros días cuando mató sus primeros tigres en la administración pública y que le dejaba despierto mientras su esposa dormía plácidamente, y cuando le veía despierto usted le decía: “es el trabajo que no me tiene estresado”.

Bueno mi querido burócrata, lleve la vida al paso que de, no se crea en la eternidad,  sabe que todo es efímero, somos flor del campo, somos sol de un día, somos brisa que pasa y somos el gua que no vuelve. No crea que si muere, San Pedro lo nombrará allá  en algún cargo,  no sabe que hoy estamos en una montaña  y mañana  en un profundo río. Le digo esto porque mañana usted será  normal otra vez, la vida lo reciclará y se convertirá en un humano normal común y corriente, lleno de defectos y virtudes, eso si, más virtudes  que defectos.


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