sábado, 18 de octubre de 2025

La confección de la alpargata en Lara.

 

La confección de la alpargata en Lara.

Contenido: Lic. Antonio Saldivia.

Corrección, diagramación  y montaje. Prof. Eli Torrealba
Los Saldivia tuvieron su Fábrica de Alpargatas



Una industria con raíz hispano-árabe e impronta ibérica en tierras larenses

La alpargata, calzado de clara herencia hispano-árabe y de fuerte tradición ibérica (proveniente de España, desde donde llegó a América), alcanzó en el estado Lara una importancia económica notable, especialmente en los municipios Morán y Torres, considerados estratégicos en el sur-oeste de la región. Su auge se extendió a nivel nacional durante las décadas de 1920, 1930, 1940, 1950 y 1960, hasta iniciar su declive en los años 70.


El saber hacer europea que arraigó en Lara

La estructura y el método de elaboración de la alpargata —derivados de técnicas heredadas de la península Ibérica, donde este calzado formó parte de la cultura rural española por siglos— fueron adoptados y adaptados en Lara, dando lugar a un producto local fortalecido por la disponibilidad de mano de obra artesanal y por la incorporación de innovaciones como la suela de caucho, rasgo que distinguió a la pieza larense.


Guerra mundial, frontera cerrada y oportunidad industrial

El despegue productivo se vio favorecido por la Primera Guerra Mundial, que restringió la importación de calzado desde Europa y Estados Unidos. Esta coyuntura abrió paso a la industrialización artesanal en Lara, generando una sustitución real de importaciones mucho antes de que el término existiera como política pública.


El aporte de la inmigración libanesa al sector

En ese contexto destacaron fabricantes y comerciantes —muchos de origen libanés— quienes consolidaron y expandieron la industria alpargatera. Entre las casas más influyentes del período sobresalieron:

  • Simón E. Saldivia & Compañía

  • Miguel Ángel Saldivia & Hermanos

Ambas activas desde la década de 1920, forjaron un tejido industrial de fabricación y distribución a escala regional y nacional.


Un calzado transversal: del campo a la élite

Durante las primeras décadas del siglo XX, la alpargata no fue solo calzado de la clase campesina y humilde: también fue adoptada por sectores de la élite urbana, y su uso se extendió a estados vecinos, impulsado por la coyuntura internacional ya mencionada.


Veinte fábricas y un oficio que dio empleo masivo

El estado Lara llegó a contar con más de veinte alpargaterías. Según la Guía Económica y Social del Estado Lara (1954), una de las principales era Simón Elías Saldivia & Compañía, fundada por el inmigrante libanés don Simón Elías Saldivia. Su primera sede estuvo en El Tocuyo y luego en Barquisimeto, mientras que varias filiales —como Elías Saldivia & Co.— permanecieron en El Tocuyo.

Estas factorías generaron gran cantidad de empleo, especialmente en la confección del capellado (parte superior del calzado), elaborado por artesanos y ensamblado finalmente por el maestro alpargatero, figura central del proceso.


Conclusión — Una herencia ibérica hecha industria larense

Lo que llegó a América como saber hacer ibérico con raíces hispano-árabes, se convirtió en Lara en industria identitaria, vinculada al trabajo manual, a la sustitución coyuntural de importaciones y al impulso inmigrante. La alpargata larense no fue solo un calzado: fue un episodio de transferencia cultural europea transformado en economía productiva regional.

lunes, 6 de octubre de 2025

José María Giménez, “Chemaría”: a los 110 Años de su nacimiento

 Escritura


CRÓNICAS DE GUSTAVO GUZMÁN:

José María Giménez, “Chemaría”: 110 años de su nacimiento


Basado en el escrito original del Profesor Gustavo Guzmán (ver publicación original en Facebook)

Adaptación: Profesor Eli Torrealba


Un siglo de arte, humor y vida

Este año se cumple un siglo del nacimiento de José María Giménez, conocido con cariño como “Chemaría”. Artista integral, pintor, músico, poeta, humorista y tocuyano por excelencia, dejó una huella imborrable en la cultura larense. Su vida fue un lienzo de arte, ingenio y alegría popular.

Hoy, al celebrarse el centenario de su nacimiento, recordamos a este hombre que supo convertir el humor en sabiduría y la sencillez en arte.


Orígenes: un hogar de arte y chispa



José María Giménez nació el 15 de agosto de 1915 en Agua Clara, Quebrada Arriba, en las serranías de Sanare. Hijo de Ezequiel Jiménez y Hercilia Colmenares (“Mama Chía”), creció rodeado de arte y buen humor.

Su padre, “Mano Quiel”, fue restaurador de imágenes religiosas y pintor de escenas del infierno. Un día, el pequeño Chema le preguntó:
—Papá, ¿por qué no sacas a esos señores de la candela y los sientas en las piedras?
Y su padre, con chispa de humor, respondió:
—No, hijo, porque las piedras también están calientes.

Otra de sus ocurrencias legendarias fue cuando pintó a una mujer desnuda en su casa. Una hermana de caridad lo reprendió:
—¡Ezequiel! ¿Cómo se le ocurre pintar a esa mujer así? ¡Eso es una vulgaridad!
Y él contestó riendo:
—Hermana, y eso que no está completa… le faltan los pelos.

“Mano Quiel” fue uno de los últimos representantes de la iconografía religiosa de El Tocuyo, además de escultor en yeso, madera y mosaico, e iniciador del grabado en vidrio en la región. En ese ambiente nació el espíritu libre de “Chemaría”.


Trayectoria artística: del terremoto al Vaticano

El terremoto de 1950 destruyó gran parte de su obra, lo que provocó un breve retiro artístico. Pero su talento renació pronto.

  • En 1952, ganó el primer premio del concurso del Cuatricentenario de Barquisimeto, organizado por Rafael Monasterio.
  • En 1970, obtuvo el primer premio en el Primer Salón de Pintores del Estado Lara y expuso en la Galería Arturo Michelena de Caracas.
  • En 1971, recibió la Paleta de Bronce en la Sala Armando Reverón.
  • En 1977, alcanzó su máximo reconocimiento: la Paleta de Oro, con su obra “Cristo Resplandor”, que llegó a exponerse en el Vaticano.

Entre sus obras más reconocidas se cuentan:
“Paisaje de Aragua”, “Lavanderas de El Tocuyo”, “Paisaje de Lara”, “Procesión en Sanare” y “La Ermita de Quíbor”.


El humorista y el editor



“Chemaría” fue un hombre de respuestas ingeniosas y humor permanente. Su esposa, doña Carolina, solía reclamarle:
—Viejo, dejó la luz prendida.
Y él respondía con su ironía habitual:
—Bueno, ¿y usted no la puede apagar?

Además de pintor, fue editor y periodista humorístico. Trabajó en imprentas, donde editó el órgano navideño “Calicanto”, colaboró con “El Cardón” de Federico Peraza Yépez y con “Morisqueta” del trujillano Robiro Aguaje.

Dirigió los periódicos “Pica y Huye” y “Epicentro”, junto a los profesores “Chiche” Guédez y Carlos Perdomo. El pregonero de este último era Luis Colmenares, primer egresado del INCE Tocuyo, quien vendía el periódico por apenas una locha (Bs. 0,12).


La imprenta y el verso: humor entre tipos móviles

En los años sesenta, “Chemaría” compró su propia imprenta, donde compartía trabajo y chanzas con sus ayudantes Felipito Yépez y Juan Bautista Colmenares (“Juan Beta”). Cuando ambos discutieron, el artista resolvió el conflicto con poesía:

Entre Juan y Felipito  
surgió un disgusto de paso,  
porque Juan imparte una orden  
y Felipito no le hace caso.  

Hace poquito de tiempo  
se ha presentado un detalle,  
y Felipe muy caliente  
desafió a Juan pa’ la calle.  

Le ofreció darle la talla  
porque le sobra valor,  
y que guarda una puntilla  
para defender su honor.  

Pero Juan, que es muy sereno  
y que por nada se humilla,  
ni le teme a Felipito  
ni le teme a su puntilla.

Así era “Chemaría”: solucionaba las tensiones con rima, humor y sabiduría popular.


Anécdotas del genio tocuyano

Su vida cotidiana era un repertorio de ocurrencias.
Cuando su esposa le reprochó tener el jardín lleno de carteritas vacías, respondió con calma:
—¡Confórmese, vieja! Era que no tenía para comprar un litro.

Al músico Pompilio Peralta, “El Camarón”, quien le vendió un televisor a crédito y perdió los recibos, le dijo sin titubear:
—Mire, Camarón, ¡no le pago a usted, y le voy a pagar a otro!

Y al cliente impaciente que exigía su letrero:
—Vengo a buscar el letrero.
—¡Cónchale, chico! —le respondió—, esta mañana por un tris que lo hago.


El músico, poeta y loco

Estudió en la Escuela de Artes Plásticas, donde fue alumno de Rafael Monasterio. Fue amigo de Aquiles Nazoa, tutor de Simón Díaz, y también concejal y presidente del Concejo Municipal de El Tocuyo.

En la música, integró el conjunto “Tocuyo” en los años cincuenta y fue ejecutante de cuatro, mandolina y guitarra. Compuso temas como:

  • “Ramoncito en Cimarrona”, dedicada al médico Ramón Almao Tovar.
  • “Boconó”
  • “El Cachicamo”

Solía definirse con humor:

“Soy músico, poeta y loco”.


Filosofía de vida y amor por El Tocuyo

Su ingenio era tan rápido como su sonrisa. Cierto día, caminando por el parque Ayacucho de Barquisimeto, alguien le preguntó:
—¿Usted vive por aquí?
Y él, sin pensarlo, contestó:
—No, yo no vivo por aquí, yo bebo por aquí.

Amó profundamente El Tocuyo, amor que transmitió a sus hijos, especialmente al Lic. Altidoro Giménez, quien aún visita la ciudad cada semana para rendir homenaje al dios Baco y disfrutar sus queridas acemitas tocuyanas.


Las coplas de “Calicanto”: un canto al licor y la vida

Aunque su padre fue abstemio, Don “Chema” no. En su publicación “Calicanto” dejó esta copla inmortal que resume su filosofía de vida:

Pero gracias al licor  
aprendí de todo un poco,  
y por eso yo soy pintor,  
músico, poeta y loco.

El papel tan importante  
que siempre juega el licor  
es difícil suplantarlo  
por otra cosa mejor.

Hablan de la antigua Roma  
y sus licenciosas orgías,  
bebiendo toda la noche  
y también todos los días.

Del dios Baco, a quien rindieron  
pleitesía al soberano,  
porque lo representaban  
con una copa en la mano.

Los siete sabios de Grecia  
y el licor para sus goces,  
que por algo lo apreciaban  
como néctar de los dioses.

Legado de un espíritu libre

Así fue José María Giménez, “Chemaría”:
un hombre alegre, pintoresco, talentoso y lleno de humor. Su vida fue arte, música y poesía; su palabra, una sonrisa eterna; y su legado, la memoria viva de un Tocuyo que aún ríe al recordarlo.

A cien años de su nacimiento, su nombre sigue brillando como símbolo del ingenio, la bohemia y la sensibilidad popular venezolana.


Escrito original en Facebook por Profesor Gustavo Guzmán
(ver publicación)
Adaptación y edición para blog: Eli Torrealba

lunes, 29 de septiembre de 2025

RESUMEN DE LA HISTORIA LOCAL DE LA PARROQUIA ANZOÁTEGUI

Historia Local de la Parroquia Anzoátegui

Orígenes y Fundación

Anzoátegui fue conocida antiguamente con el nombre de La Ciénaga. No fue una fundación formal, sino producto de encomiendas y repartimientos que terminaron en explotación y esclavitud de los indígenas.

El 3 de mayo de 1620, el Gobernador y Capitán General de Venezuela, Francisco de la Hoz Berríos, fundó el pueblo de Guarico. En ese momento, La Ciénaga fue dotada como ejido de dicha población.

Durante los siglos XVII y XVIII, la zona se fue poblando con familias de Los Andes, los Llanos y El Tocuyo, sobre tierras que originalmente pertenecían a los pueblos indígenas.

La Ciénaga y su Toponimia

El nombre La Ciénaga se mantuvo oficialmente desde 1620 hasta 1856, cuando la parroquia pasó a llamarse Anzoátegui. El término hacía referencia a terrenos pantanosos y fértiles, lo que describe el valle donde se ubica la actual parroquia.

Creación del Curato y Devoción Religiosa

En la década de 1840 se inició el proceso para crear un curato en honor a la Virgen del Rosario. El hacendado Juan Linares, vecino de Guarico, construyó una capilla en un sitio denominado El Caney, dentro de sus tierras, y donó 26 hectáreas a la Iglesia para fomentar la devoción mariana.

Erección como Parroquia Civil

  • 1856: La Ciénaga fue elevada a parroquia civil con el nombre de Anzoátegui.
  • 1859: La parroquia desapareció temporalmente.
  • 1864: Fue reinstalada por la Asamblea Legislativa de Barquisimeto bajo condición de poblamiento.
  • 1881: Registrada definitivamente como parroquia civil.
  • 1904: Ratificada en la Ley de División Territorial del Estado Lara.

Tradiciones y Cultura

  • Velorio de la Cruz de Mayo
  • Procesión de la Virgen del Rosario
  • Semana Santa
  • Día de Reyes
  • Procesión a San Isidro

Servicios Básicos

  • Energía eléctrica
  • Atención médica y odontológica
  • Medicina general y control del niño sano
  • Aseo urbano
  • Teléfono público
  • Transporte público y escolar
  • Seguridad policial

El sistema de acueducto es deficiente, con fallas frecuentes en el suministro de agua.

Organización Político-Territorial

Anzoátegui está al sur del Estado Lara, dentro del Municipio Morán.

Limita con:

  • Norte: Parroquias Bolívar y Humocaro Bajo
  • Sur: Municipio Unda (Portuguesa)
  • Este: Parroquia Guarico
  • Oeste: Parroquia Humocaro Alto y Municipio Carache (Trujillo)

Caseríos principales: El Guamal, La Trinidad, Los Potreritos, Cerro Gordo, Berlín, Potrero de la Virgen, Sabana Grande, Agua Turbia, Los Corozos, Cascajal, La Victoria, Saltaneja, El Ramal, La Ceiba, Sanarito, entre otros.

Aspectos Geográficos

  • Relieve: montañoso, con valles fluviales y suelos fértiles.
  • Clima: varía entre tropical seco, de montaña y lluvioso.
  • Vegetación: xerófila, bosques caducifolios, sabana y cultivos agrícolas.
  • Fauna: lapas, conejos, venados, mapurites, cachicamos, aves y serpientes.
  • Hidrografía: ríos Chabasquén y Tocuyo; quebradas Agua Turbia, Virgen, Aguacates, Venado, Oro y Negra.

Altitud: 1442 a 1780 msnm
Superficie: 30 km²
Coordenadas: Longitud 69° 5' 28" N, Latitud 90° 38' 42" O

Demografía

Distribución poblacional:

  • 0-15 años: Hombres 8%, Mujeres 13%
  • 16-44 años: Hombres 50%, Mujeres 52%
  • 45-64 años: Hombres 25%, Mujeres 20%
  • 65 o más: Hombres 17%, Mujeres 15%

Población registrada (OCEI):

  • 1950: 3.222
  • 1961: 3.323
  • 1971: 3.587
  • 1981: 4.014
  • 1990: 4.620

Aspectos Económicos

Agricultura

Principal actividad económica, con cultivos de papa, café, maíz, tomate, pimentón, caraota, repollo, cambur, yuca, quinchoncho y cebollín.

Pecuaria

Cría de aves de corral, porcinos, reses y caballos.

Industria

Prácticamente inexistente, salvo una mina privada de sílice.

Comercio

Se desarrolla en conexión con El Tocuyo, Quíbor y Barquisimeto, donde se comercializan cosechas y se surten bodegas.

DESCARGA EL DOCUMENTO 

https://docs.google.com/document/d/1OJMjJOtVRjjP836C0gN0n-hz6jHAGdC0/edit?usp=sharing&ouid=109120828281131420981&rtpof=true&sd=true

miércoles, 27 de agosto de 2025

Crónicas de Gustavo Guzmán. El 13 de Junio en las Veritas

 

Para los amigos que les gustan mis crónicas

El 13 de junio en Las Veritas

Los inmigrantes y el béisbol

Los inmigrantes que llegaron a la ciudad se adaptaron a las costumbres y a la forma de ser del tocuyano. Así recordamos que canarios e italianos jugaron pelota —o por lo menos lo intentaron—.
Alonso Escuela Castilla jugó en varios equipos del medio rural, Antonio Russo también practicó béisbol y terminó dirigiendo equipos en este deporte, al igual que Angelito Padrón. Sugel Ananías, árabe, también lo intentó. Todos ellos, aunque no destacaran en el juego, terminaron como fanáticos, conociendo los detalles de este deporte tan nuestro.

Los árabes en Las Veritas

Un grupo de árabes se estableció en el caserío Las Veritas, al norte de la ciudad, bañado por las aguas del río Tocuyo. Allí se dedicaron a la agricultura y a la cría de ganado porcino, ovino y vacuno.
Entre ellos se encontraba un viejo libanés, Marcos Salomón Saldivia, quien junto a su esposa Sofía y sus once hijos se residenció en el caserío. La familia se dejó influenciar por la música, los bailes folklóricos de la región y esa combinación de lo pagano y lo religioso del tamunangue tocuyano. Muy pronto asumieron como propia la devoción al Santo Patrón San Antonio.

Las fiestas de San Antonio en casa de los Saldivia

Cada 13 de junio, vísperas incluidas, Don Marcos Salomón convocaba a músicos y vecinos para celebrar las fiestas de San Antonio en la hacienda familiar.
La casa de tejas, con amplios corredores, pisos de ladrillos cocidos y muebles de madera de cardón tapizados en cuero de chivo crudo, servía como escenario auténtico de la celebración.

Entre los invitados especiales figuraba Don Pío Alvarado, joven músico y visitante frecuente, célebre por sus correrías amorosas en Cimarrona, Maracas y Las Veritas. Él acompañaba al “musiu” Saldivia en largas parrandas con cocuy y chimó. Dos hombres, dos culturas, pero una sola amistad: dos mundos, un solo corazón.

Los tocuyanos presentes

De El Tocuyo acudía un numeroso grupo de jóvenes: Pablo Canela con su cuatro y su violín, Ángel Yépez, Heriberto Tamayo, Don Pancho Tovar Lozada, Humberto Guédez Paris, Chemaría Giménez, Rafael Enerio Tovar, Ramón Tovar, Manuel Guédez Cordero, Sixto Yépez y los hermanos Plácido y Juan de la Cruz Giménez, entre muchos otros.
También asistían el Jefe Civil, el Juez, el boticario y hasta el cura más cercano, todos alojados en la hacienda de Don Marcos Salomón.

Música, baile y devoción

La víspera era el baile blanco: valses, joropos y merengues. El día 13 llegaban los sones de negros, la salve y el tamunangue.
Muchos se preguntaban cómo un libanés, nacido en tierras de cedros verdes, veranos secos y nieves invernales, logró adaptarse a estas sabanas semiáridas pobladas de cujíes, yabos, tunas y cardones, y asumir con tanto fervor las festividades de San Antonio.

La abundancia de la mesa

No podía faltar la comida. Tres meses antes se alistaban la leña y las provisiones: carne de res, cabra, ovejo, gallinas, pavos y abundantes arepas de maíz pilado.
Se preparaban 120 papelones para destilar en Bobare unas siete barricas de cocuy de 60 litros cada una. Las matronas campesinas cocinaban mondongos, olletas y chanfainas, además de dulces: jaleas de mango, cabello de ángel, dulce de leche de cabra, lechosa, membrillo y la sabrosa melcocha que Don Salomón ofrecía con orgullo.
Al inicio de la fiesta, Don Marcos pronunciaba su exhorto:

“En vista de estarse celebrando las fiestas de nuestro Santo Patrón, les ruego a todos un gran comportamiento, para que San Antonio reciba con gusto este homenaje y nos bendiga a todos por igual”.

El cierre de la fiesta

Tras cinco días de celebración, llegaba el momento de las despedidas:
“¡El año que viene aquí estaremos!”, se prometían unos a otros entre abrazos, lágrimas y apretones de mano. El Santo regresaba a su trono en la capilla del caserío y cada quien recogía hamacas, chinchorros e instrumentos musicales.
Don Marcos volvía entonces a su poltrona de cardón y cuero de chivo, a leer con reverencia los salmos de David y el libro de oraciones Suaiye.

Un mestizaje cultural

En estas fiestas se mezclaban varias culturas:

  • Los nativos de la zona, producto del cruce entre españoles, aborígenes y negros.

  • Los hijos de Harung El Rashid, traídos del Medio Oriente.

  • Los aportes del tambor africano, la maraca aborigen y los instrumentos de cuerda europeos.

Así, en un solo espacio se respetaba lo religioso y se disfrutaba lo pagano.
Los Saldivia, labriegos libaneses, aprendieron a elaborar papelón en sus trapiches y a fabricar melcochas con la caña dulce de sus haciendas, mientras tejían una historia de integración y tradición que todavía late en la memoria del Tocuyo.

sábado, 23 de agosto de 2025

La Historia Amena (Gustavo Rafael Guzmán Medina)

Mi compadre “Don Concho”

Orígenes y familia

Mi compadre “Don Concho”, cuyo nombre completo era José Concepción Lucena Morles, era nieto del Lic. Hipólito Casiano Lucena.
Sus padres fueron Ricardo Lucena y Teodora Torres. Ricardo, a su vez, era hijo del Capitán y Licenciado Hipólito Casiano Lucena, recordado como uno de los personajes destacados de El Tocuyo en tiempos de la Independencia.

Hipólito Casiano Lucena, junto con Justo Hurtado, Juan Francisco Aguilar, José Gregorio González, Bernabé Aguilar y otros concejales, fue de los que invitaron al Libertador Simón Bolívar a visitar la ciudad de El Tocuyo mediante correspondencia enviada el 16 de junio de 1821. Esa visita se concretó el 16 de agosto de 1821, apenas dos meses después de la Batalla de Carabobo.
El Libertador fue recibido en la casa de habitación de Hipólito Casiano Lucena, ubicada diagonal al templo de Santo Domingo, con un espléndido baile.

Don Concho en El Tocuyo

“Don Concho” fue mi compadre y vecino en el sector Brisas del Río de El Tocuyo. Sus hijos y descendientes aún residen allí, siendo tataranietos del prócer Hipólito Casiano Lucena.

De los Lucena y los Montesinos heredó la inteligencia y la disposición para el estudio. Personaje excepcional, autodidacta, humilde y organizado, aprendió inglés, francés, latín y ciencias comerciales sin asistir a liceo ni universidad.
Su humildad extrema fue quizá la causa de que pasara inadvertido en la historia local, aunque fue un hombre brillante:

  • Leyó y asimiló libros de filosofía y lógica.

  • Fue hábil escribiente y ocupó cargos en la administración pública del municipio Morán: concejal, Síndico Municipal, Juez de Distrito y Prefecto.

  • También fue profesor de inglés, francés y Ciencias Comerciales en el colegio Madre Emilia.

  • Gran trabajador, hogareño y responsable, pertenecía a esa época en que la palabra empeñada era suficiente garantía.

A pesar de su seriedad, lo animaba un fino humor criollo y daba gusto escuchar sus historias y anécdotas.

Su estilo conversador

“Don Concho” solía recordar con humor:

  • Según él, el general Juan Vicente Gómez decía del término Tábanos:
    “No hay que confundir a tábanos que son unos bichitos que pican muy duro, con el verbo tábanos, cuando decimos tábanos chiquitos y nos cargaban en los brazos y en el río hay muchos tábanos”.

  • También evocaba a los andinos del Táchira, que rezaban el Padre Nuestro diciendo: “vengamos a tu reino” en lugar de “venga a nosotros tu reino”.

Era un conversador alegre, con muchos conocimientos de la historia de El Tocuyo.



El episodio de su abuelo: Hipólito Casiano Lucena

Antecedentes

El abuelo de Don Concho, Hipólito Casiano Lucena, Alcalde Primero de El Tocuyo, murió en un episodio trágico que quedó grabado en la memoria popular.
Uno de los protagonistas fue el coronel Juan de los Reyes González, patriota caroreño que participó en la Campaña Admirable y en batallas como Los Horcones, Tierrita Blanca, Araure y Vigirima, donde perdió una pierna. Hombre de temple férreo, se radicó en El Tocuyo, se casó con doña Encarnación Yépez Hurtado (viuda de José Antonio Lozada) y fue recibido con honores por la sociedad local tras sus campañas.


En una fiesta ofrecida en su honor, asistieron distinguidas personalidades de El Tocuyo, entre ellos Hipólito Casiano Lucena

Subida en curso: 1316385 de 1316385 bytes subidos.

.

El incidente del baile

Durante el baile, la Sta. Irene Yépez rechazó bailar con un invitado diciendo: “yo no bailo con zambo”. Más tarde, cuando Hipólito Casiano Lucena le solicitó bailar, la respuesta fue: “yo no bailo con negros”.
Lucena, ofendido, le dio una bofetada a la dama, lo que originó un escándalo y precipitó viejas rencillas entre las familias Yépez y Lucena.

El coronel Reyes González, indignado, pronunció un juramento:
“Compadre, no le pondrá nunca más la mano a otra mujer, lo juro por la cruz de mi espada”.

La muerte de Casiano Lucena

Tiempo después, Hipólito Casiano Lucena acudió a la residencia del coronel Reyes González, ubicada en la calle real, a una cuadra del templo de San Francisco. Entró a la casa… y no salió.
Fue golpeado mortalmente con una mano de pilón. Todas las sospechas recayeron sobre doña Encarnación, esposa del coronel, quien además era hermana de un pariente asesinado por órdenes de Casiano Lucena.

El cadáver fue cremado y tratado con lejía; sus restos enterrados en la misma casa. Tres esclavas de los Lucena —Juana Torrealba, Fabricia Yústiz (de Cubiro) y Juliana “la Mocha” (de Quíbor)— divulgaron el crimen recitando versos que corrieron por las calles:

“Arriba le digo
doña Encarnación
que mató a Casiano
con mano de pilón”

Las mujeres fueron azotadas y humilladas en público, pero continuaron recitando los versos.

Juicio y sentencia de Reyes González

El coronel Reyes González asumió la autoría. El Consejo de Guerra en Barquisimeto lo condenó a muerte el 28 de mayo de 1825. El Libertador no concedió el indulto solicitado.
Fue ejecutado en Valencia el 13 de julio de 1825.

Sus últimas palabras, dirigidas a Bolívar, fueron:
“Es mi deseo que le digan al general Bolívar, que le doy las gracias por mandarme a fusilar aquí en Valencia, porque como fue en Vigirima donde perdí mi pierna peleando por él, y está enterrada en Valencia, el Día del Juicio Final me quedará muy cerca para recogerla.”


Legado de Don Concho

Gracias a mi compadre Don Concho conocí estas crónicas y episodios de la historia pequeña de El Tocuyo.
Con su muerte se cerraron muchas páginas vivas de esa historia.

https://www.facebook.com/share/p/1DN5U5qfvH/

sábado, 2 de octubre de 2021

Averiado Aire Acondicionado. Sólo de Madrugada se pueden conectar a Internet los tocuyanos.

 La avería en uno de los Aires Acondicionado en la Sede central de El Tocuyo Ubicada en la Carrera 7 y la esquina de la calle 8 ha restringuido el uso de este vital servicio a los usuarios de internet en El Tocuyo.

Las tarjetas que controlan el servicio y distribucion de Internet  necesitan ventilación y bajas temperaturas y al dañarse el aire se recalientan y se suspende  el servicio. Es asi,  que al llegar la noche y la temperatura baja, es que las tarjetas pueden activarse y trabajar normalmente, limitando el servicio a las horas nocturnas y de madrugada.

En un seguimiento hecho por nuestro equipo, pudimos constatar esta situacion y comprobar que el internet llega de 11 - 12 pm hasta las 10 - 11 am del día siguiente.

En una consulta con los trabajadores de esta empresa, nos confirmaron esta situación y señalaron que la gente de Barquisimetro conocen de la avería y que vinieron a El Tocuyo pero la tranca de Yogore les impidió pasar. Se espera que esta semana vengan.

Es necesario destacar que si esta situación persiste, las tarjetas que controlan el internet  pueden sufrir sulfatación por el cambio de temperatura diario ya que la humedad relativa del ambiente se adhiere a los contactos y dañarlas. 

Es de destagar que en el año 2020 la gente de Punto de Corte hicieron un reportaje sobre la situación de la sede central de Cantv en Caracas donde reseñan la situación de deterioro que sufre  la empresa en sus equipos.

https://puntodecorte.com/cantv-en-las-ruinas/






miércoles, 4 de julio de 2018

LO QUE FALTABA ....EL TOCUYO SE QUEDA SIN INTERNET

Más del 60% de la población se encuentra sin internet por vía de cable. 
Las Urbanizaciones, Santa Eduviges, Roberto Montesinos, Pío Tamayo, El Bosque, Las Villas, han sido objeto de  Robo de cables de  CANTV. Esto ha tenido nefastas consecuencias a los usuarios personales, familiares y comerciales de la ciudad. 

El Robo de cables es un hecho que se repite en todo el país, pero no puede ser que el gobierno no de respuesta a este flajelo que está afectando tantas personas. De allí que urge una política seria en determinar los causantes de esta situación.

Las investigaciones apuntan a una mafia muy bien organizada que tendría sus tentáculos dentro  de las instituciones públicas y que  usarían autos de las mismas para propiciar este delito.

Los órganos policiales deben adelantar las investigaciones para dar con la raíz del asunto y reestablecer el vital servicio de internet.

 

La confección de la alpargata en Lara.

  La confección de la alpargata en Lara. Contenido: Lic. Antonio Saldivia. Corrección, diagramación  y montaje. Prof. Eli Torrealba Los Sald...