lunes, 28 de abril de 2008

La Educación....necesita ser transformada?

Claro que si!!! es un hecho humano, que se enmarca dentro de los procesos que suceden día a día y que nos dejan perplejos por los cambios tan acelerados en el ámbito económico, social, político y cultural. Claro está, hay quienes dicen que lo social lo implica todo, otros lo cultural. En fin sea lo uno o lo otro, son las transformaciones las que determinan la sociedad actual.

Bueno dicho esto, al tema. En estos momentos cuando se habla de una reforma curricular, pareciera que el problema se desconfigura en su verdadera dimensión: En mi caso, me considero un anarquista confeso( http://es.wikipedia.org/wiki/Anarquismo) por lo cual mi rechazo va en la forma( horarios, imposición de doctrina y valores). Otras personas rechazan el currículo por ser "ideologizante" o sea, impone una ideología anti occidental y diferente a los valores "tradicionales" de la iglesia, el capitalismo y la "democracia" entre otros. Otras personas rechazan el currículo porque no tiene los fundamentos filosóficos y pedagógicos lo suficientemente fuertes para sustentar un modelo educativo, tal es el caso de Zamora, Belen San Juan.

Si bien ya he expuesto mi punto de vista, creo que el debate hay que hacerlo. Pero ¿cuáles son los principios para abrir un debate realmente constructivo referente a los cambios planteados, si es que hay cambios? ¿Qué metodología hay que seguir para "descubrir" la necesidad de este cambio? Cuáles son los elementos que deben determinar la raíz del problema, su esencia? ¿Cómo hacer para descubrir en qué aspectos se debe plantear un cambio en el diseño curricular?

Estas preguntas si bien no descubren la esencia del problema, ayudan, en mi opinión a resolver la diatriva generada. Por ejemplo yo me he preguntado: ¿Es necesario un cambio curricular? y me pregunto: ¿Podrá haber un cambio cuando el principal agente motivador de ese cambio, el docente, no está convencido de hacerlo? De hecho lo respondo con un ejemplo: Hace un tiempo, diría 3 años, compré un aparato de hacer ejercicios, el Orbitrek, es buenisimo, tiene grandes beneficios, es un gran equipo, pero cuando llego a mi cuarto, volteo y me hago que no lo veo, no lo uso!!!! moraleja: puedes tener un gran currículo adaptado a la doctrina tal o cual pero los cambios no radica en el currículo, el problema radica en el docente!!! no es la mamá la que va a dar clases, no es el consejo comunal, no es Chávez, ni el Ministro, aunque si bien no es una idea definitiva, creo que los cambios deben tener su raíz en la reflexión del docente, en su papel como propulsor de los cambios y no en una Ideología, que creo, tiene cierto rechazo en la comunidad docente, no por ser Ideología, sino por ser impuesta.

Ser agentes de cambios no es fácil, nadie quiere cambiar, los cambios son traumáticos, pero deben darse, ahora bien, cuando hay tanta gente involucrada, se requiere un gran consenso. Es como una represa que posee un gran caudal de agua, si no está bien compactada se derrama. El cambio viene por la seguridad que el momento que vivé alguien no es bueno y que si cambia le puede ir mejor: El alcoholico no es sanado si dice "No tengo nada" en cambio si dice "Hola, Mi nombre es equis, soy un alcoholico" seguro que tendrá muchas opciones de vencer. Los docentes necesitamos ser convencidos de esta realidad. No porque se nos impongan, sino porque lo entendemos y reflexionamos sobre el hecho educativo.

Yo recuerdo que cuando vino el cambio curricular de los años noventa, se nos dijo que esto es el currículo y apréndaselo, aquí están los programas. Siento lo mismo ahora, entonces lo que puedo pensar es que dentro de 10 años vendrá otro ministro, y nos dirá que este currículo necesita ser transformado, como pasó con la Constitución Bolivariana. Ahora bien, ¿es eso lo que queremos?, ¿es ese el camino?

Sinceramente creo que este gobierno, sin quererlo, nos ha hecho más reflexivos, más autocríticos. Ha hecho trabajar esa inmensa masa gris que antes estaba inoperativa. Eso es bueno, y pienso que no es hora de aceptar todo, como tampoco rechazar todo por rechazarlo, sin bases, sin análisis, sin ponderación.

Mis reflexiones, como las de Fidel, tienen la función de abrir un debate, para unos la luz, para otros la oscuridad....

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